sábado, 10 de noviembre de 2007

En busca de la felicidad mutua

Dedicado a S.D que me necesita (creo)

Te quiero, te quiero demasiado, pero no sos lo que busco. Te quiero y no quiero alejarme de vos, no pretendo tenerte lejos, porque te quiero y me hace bien estar junto a vos pero de todas las maneras en las que apuesto a que seas vos lo que ando buscando, no logro ganar en ninguna. Y no se trata de cambiar a las personas, porque si bien no sos lo que yo busco, sí sos lo que otra persona busca. Y si cambias por mi (si lo hicieras, que es un gesto hermoso), no lo aceptaría, porque en ese caso vos no serías feliz, y como yo te quiero, lo que más quiero es que seas feliz, así como sos, pero con otra, por lo menos hasta el momento pienso esto. Eso no significa que yo sea mejor que vos, o vos seas mejor que yo, lo que pasa es que yo no puedo más seguir en este estado intolerante de inestabilidad profunda en el que me encuentro, y no logro ver a futuro una felicidad calma y fresca. No puedo seguir así, me hace mal, y no puedo fingir ni tratar de restar importancia a este sentimiento. Te quiero, te quiero, te quiero, y no quiero que te alejes de mi, hasta siento por momentos que te amo, pero en otros me haces mal, siendo vos misma.
Me duele dejarte, pero en este momento ni vos, ni yo somos felices. Espero el tiempo cure las heridas (si las hay) y podamos pronto seguir nuestros rumbos, tan diferentes pero como el amarillo y el violeta. Despidámonos y subamos al mismo barco, lleno de aventuras en la que los dos estaremos y soñaremos con ver las gaviotas volar en libertad. Que los delfines nos acompañen en nuestro mundo y nos cuiden, y nos cuidemos.
Vayamos de viaje, ambos sabemos que lo que buscamos no somos nosotros, y que no lo vamos a encontrar tirados en la misma cama. Saltemos al vacío si es necesario, porque la felicidad lo vale. El abismo es el paso en el que confiamos en los demás y nos volvemos uno, allí encontraremos la felicidad, no en otros pasos. Caminemos sobre la arena y olvidemos lo que nos paso, no éramos nuestros, pero nunca olvidemos las caricias que marcamos en la piel y el corazón, esos lienzos no admiten borrones.
Solo un ultimo deseo necesito, que los dos, juntos pero separados, seamos felices con quien mas anhelemos. Quiero nunca olvidarte.

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