Para que se rian un rato, no tengo nada interesante que decir hoy, nos vemos amigos.
PIROPOS DE OBRA :
El veneno de la araña mata a la lagartija... ¿Qué veneno tendrá tu concha que me acalambra la pija?
Corazón de arroz: la que me cuelga es para vos.
Las chicas no me quieren porque no tengo patilla, pero tengo un limpia-tubo que me llega a la rodilla.
De lejos te vi venir y me pareciste una groncha. Si negra tenes la cara, ¡¡como tendrás la concha!!
Tenés el andar del ganso y el color de la guinea ¡Y tenés el culo más negro que caño de chimenea!
El naranjo nació verde, el tiempo lo maduró; mi garcha nació peluda y tu culo me la peló.
En Los Andes cae la nieve, en la Pampa crece el ombú y en la zanja de tu culo toma agua mi ñandú.
El camello muere en la arena, el águila muere en la roca y yo me quiero morir acabándote en la boca.
La Pampa tiene el ombú, el ñandú la ligereza y mi bicho acá colgando tiene una flor de cabeza.
Nena, pero con esas tetas ¿para qué te pintas los labios?
En el cielo las estrellas, en el campo el alambrado y en el medio de tu culo mi chorizo colorado.
jajajaja!!! Ordinario como obrero....sean felices y coman perdices
miércoles, 28 de noviembre de 2007
domingo, 25 de noviembre de 2007
Mi Día PrEfeRidO
Esto lo escribí un domingo, y se los mande por mail a uds, pero como me gusta y hoy es domingo les dejo esta de nuevo. Me voy a estudiar, disfruten del día.
DOMINGO
Domingo, días tristes si los hay. Salgo a la calle con la notita de los mandados y el viento frió me seca la cara, y me la arregla. El viento me despeina tan armónicamente, que me lo peina (como me gusta sentir que el viento me roza, como si se quisiera meter dentro mío y tomarme en plena calle, sin pudor, me hace sentir tan vivo!!!). La gente está desorientada en el día con mayores índices de suicidios en los últimos millones de años que existe la raza humana. Sus rostros aparentan infelicidad, pero uno nunca sabe porque hoy es hoy, y es Domingo. Muchos van temprano a la misa, no es mi estilo. Pero el Domingo para mi comienza mas tarde, comienza tipo 13:00 (con suerte) y ni bien comienza ya quiero que se termine. Quiero que se termine esta tortura. Esta resaca de felicidad. Esta melancolía. Estos pensamientos que arriban al pasado y quizás al futuro. Este sexo sin amor, esta fría pasión. Estas idas y vueltas a la locura, a la desesperación, a las mentiras prefabricadas no inventadas y creíbles.
Quiero ver a la gente caminando, cantando, bailando, como cualquier otro día, pero no. No camina, no canta, no baila como cualquier otro día, porque hoy es hoy, y es Domingo. Y aunque sea necesario tener alguna vez en la vida un ayuno físico y psicológico frente al mundo que nos atormenta, no quiero que esto sea así todos los domingos de mi vida. Renuncio. Es preciso tener un día de delirio automático, volar y volar, llegar al inconsciente y desarmarlo haciéndolo consciente, o llegar al coma profundo y descansar placido, placer y placer. Un día para desarmar toda la histeria que llevamos dentro, tirarnos en la cama (solos, o bueno si quieren acompañados, acompañados, pero el histérico se tira solo, pero a la vez yo se que pretende Ud. De mi, canalla, ustedes quieren sexoSexoSExoSEXoSEXO, entonces tiremos nos todos en la cama......ehhhhhhhh!!!!FIESTA, bueno ya le saque la seriedad a mis letras, me odio nunca puedo tener seriedad yo, la conch@ de mi vieja que pelotudo que soy) y tener un periodo de clonismo o uno de actitudes pasionales con actos de crucifixión, y gritos y alaridos, y gemir salmos eróticos, y después de la descarga estar fisurado de cabeza a pies. O un día para nosotros, mirarnos y enamorarnos, solo nosotros desconectados del mundo, salidos de una película de James Dean, jóvenes y lindos dedicados a nosotros dos (o tres) y amarnos sin aceptar los besos fariseos de las películas pornográficas, y perdernos en nuestro cuerpo. Necesitamos nuestro ayuno para purificar nuestro cuerpo y alma, renovarlo y sentirnos jóvenes como es de merecer, pero podríamos tomar diferentes idas para ello, no hacerlo todos los domingos de nuestras vidas. Al fin y al cabo solo vivimos seis (6) dias de la semana, pero algo se nos va a ocurrir, o se le va ocurrir a alguien para hacer los domingos dominicales que no sea de descanso.
Aunque si lo pienso mejor, los DOMINGOS son en verdad copadísimos ¿Por qué? se preguntaran. Es porque los domingos tienen el mejor comienzo (comparado con los otros dias de la semana). El MEJOR comienzo, si Si SI ¡!!!!!!! Como lo escucharon ( o leyeron, por si hay alguien leyéndoles). Porque comienza con una previa antes de salir a algún lugar o mejor si no salimos y nos quedamos. Entonces tiene dos vías. Comienza con una previa tomando entre amigos, jodiendo, copado. De ahí:1) salimos a reventarnos a mas no poder, delirium tremendus, sexo droga y rock&roll, vivir rápido, morir pronto y dejar un cadáver hermoso y joven. Bailamos, rito que invoca a los dioses mas tremendos, rito de sexducción, nos calentamos. O estamos con amigos cagandonos de risa mal y disfrutando del momento, aqui y ahora. El infinito es un instante, dijo Simone Weil. Un desperdicio.
2) o nos quedamos en la cama, y hacemos de las nuestras. Y cuando mas asqueroso el sexo, mas rico y excitante. La adrenalina sale a nuestro torrente sanguíneo, activa los receptores beta 1 y 2 (en especial los de tipo 2) y produce vasodilatación periférica, aumenta nuestra frecuencia cardiaca y respiratoria, en fin, vivimos a mil ese momento, nuestro momento. Nos acoplamos y los dos nos hacemos uno. Nuestras bocas juegan a pelearse y ambas quieren ganar. Nuestras lenguas se mueven como peces eufóricos de tanto amor.........ahhh, que lindo se siente estar enamorado. Y seguimos hasta el amanecer, y después desayunamos juntos, y vemos como sale el sol, y vemos que nace nuevamente el DOMINGO.
Bueno, ahora que lo pienso muchísimo mejor, amo los domingos, amo amarte, amo los domingos. Los domingos desde ahora en mas pasaron a ser uno de mis dias favoritos.
DOMINGO
Domingo, días tristes si los hay. Salgo a la calle con la notita de los mandados y el viento frió me seca la cara, y me la arregla. El viento me despeina tan armónicamente, que me lo peina (como me gusta sentir que el viento me roza, como si se quisiera meter dentro mío y tomarme en plena calle, sin pudor, me hace sentir tan vivo!!!). La gente está desorientada en el día con mayores índices de suicidios en los últimos millones de años que existe la raza humana. Sus rostros aparentan infelicidad, pero uno nunca sabe porque hoy es hoy, y es Domingo. Muchos van temprano a la misa, no es mi estilo. Pero el Domingo para mi comienza mas tarde, comienza tipo 13:00 (con suerte) y ni bien comienza ya quiero que se termine. Quiero que se termine esta tortura. Esta resaca de felicidad. Esta melancolía. Estos pensamientos que arriban al pasado y quizás al futuro. Este sexo sin amor, esta fría pasión. Estas idas y vueltas a la locura, a la desesperación, a las mentiras prefabricadas no inventadas y creíbles.
Quiero ver a la gente caminando, cantando, bailando, como cualquier otro día, pero no. No camina, no canta, no baila como cualquier otro día, porque hoy es hoy, y es Domingo. Y aunque sea necesario tener alguna vez en la vida un ayuno físico y psicológico frente al mundo que nos atormenta, no quiero que esto sea así todos los domingos de mi vida. Renuncio. Es preciso tener un día de delirio automático, volar y volar, llegar al inconsciente y desarmarlo haciéndolo consciente, o llegar al coma profundo y descansar placido, placer y placer. Un día para desarmar toda la histeria que llevamos dentro, tirarnos en la cama (solos, o bueno si quieren acompañados, acompañados, pero el histérico se tira solo, pero a la vez yo se que pretende Ud. De mi, canalla, ustedes quieren sexoSexoSExoSEXoSEXO, entonces tiremos nos todos en la cama......ehhhhhhhh!!!!FIESTA, bueno ya le saque la seriedad a mis letras, me odio nunca puedo tener seriedad yo, la conch@ de mi vieja que pelotudo que soy) y tener un periodo de clonismo o uno de actitudes pasionales con actos de crucifixión, y gritos y alaridos, y gemir salmos eróticos, y después de la descarga estar fisurado de cabeza a pies. O un día para nosotros, mirarnos y enamorarnos, solo nosotros desconectados del mundo, salidos de una película de James Dean, jóvenes y lindos dedicados a nosotros dos (o tres) y amarnos sin aceptar los besos fariseos de las películas pornográficas, y perdernos en nuestro cuerpo. Necesitamos nuestro ayuno para purificar nuestro cuerpo y alma, renovarlo y sentirnos jóvenes como es de merecer, pero podríamos tomar diferentes idas para ello, no hacerlo todos los domingos de nuestras vidas. Al fin y al cabo solo vivimos seis (6) dias de la semana, pero algo se nos va a ocurrir, o se le va ocurrir a alguien para hacer los domingos dominicales que no sea de descanso.
Aunque si lo pienso mejor, los DOMINGOS son en verdad copadísimos ¿Por qué? se preguntaran. Es porque los domingos tienen el mejor comienzo (comparado con los otros dias de la semana). El MEJOR comienzo, si Si SI ¡!!!!!!! Como lo escucharon ( o leyeron, por si hay alguien leyéndoles). Porque comienza con una previa antes de salir a algún lugar o mejor si no salimos y nos quedamos. Entonces tiene dos vías. Comienza con una previa tomando entre amigos, jodiendo, copado. De ahí:1) salimos a reventarnos a mas no poder, delirium tremendus, sexo droga y rock&roll, vivir rápido, morir pronto y dejar un cadáver hermoso y joven. Bailamos, rito que invoca a los dioses mas tremendos, rito de sexducción, nos calentamos. O estamos con amigos cagandonos de risa mal y disfrutando del momento, aqui y ahora. El infinito es un instante, dijo Simone Weil. Un desperdicio.
2) o nos quedamos en la cama, y hacemos de las nuestras. Y cuando mas asqueroso el sexo, mas rico y excitante. La adrenalina sale a nuestro torrente sanguíneo, activa los receptores beta 1 y 2 (en especial los de tipo 2) y produce vasodilatación periférica, aumenta nuestra frecuencia cardiaca y respiratoria, en fin, vivimos a mil ese momento, nuestro momento. Nos acoplamos y los dos nos hacemos uno. Nuestras bocas juegan a pelearse y ambas quieren ganar. Nuestras lenguas se mueven como peces eufóricos de tanto amor.........ahhh, que lindo se siente estar enamorado. Y seguimos hasta el amanecer, y después desayunamos juntos, y vemos como sale el sol, y vemos que nace nuevamente el DOMINGO.
Bueno, ahora que lo pienso muchísimo mejor, amo los domingos, amo amarte, amo los domingos. Los domingos desde ahora en mas pasaron a ser uno de mis dias favoritos.
sábado, 24 de noviembre de 2007
Dolores
Dedicado quizás a la persona más desconfiada y cerrada que conocí, pero la quiero, solo porque al final se abrió y creo que sintió esto
Nombre propio.
Siento que mi cuerpo se encuentra invadido por una rara sensación, que hace varios años no recordaba mi lastimado templo orgánico. Percibo una fuerte presión que abarca gran parte de mis ojos. De allí baja hacia mi laringe, entorpeciendo de manera engorrosa mi habla y canto. Luego se proyecta hacia mí traquea, desplazándose hacia mi tórax (o pecho, como quieran decirlo) donde hace una presión positiva sobre mis pulmones, dificultando mi respiración; y lo peor de todo se siente en el corazón: esa bomba que eyecta sangre hacia nuestro organismo se ve completamente limitada y trata de manera casi imposible mantenerme vivo.
Una lagrima recorre un corto camino del modo más cruel, desde el ángulo interno del ojo, hacia la comisura de mis labios, en ese preciso instante la respiración y los latidos de mi corazón aumentan su frecuencia. Mis cuerdas vocales parecen haber sufrido unas fuertes y monstruosas caricias provenientes de duras lijas, y sangrando trago saliva, creyendo que de esa manera se terminaran estos horribles síntomas, pero no logra agonizarlos.
Las perdidas nos hacen sentir así. Y como no sentirme así, si te perdí. Te perdí y lo peor de todo es no poder ni olvidarte, ni evitar sentirme así. El cielo se torna completamente gris y el aire vira de calmo a turbulento, llenándose de electricidad. Los jardines se secan y sus restos putrefactos emanan hediondos olores que irrumpen el aire, impidiendo que la vida reine en ese triste paisaje que se semeja al de un cementerio indio. Nos encontramos encerrados en un cuarto que tiene una sola puerta con un manojo de dos millones de llaves en al cuarto entero, y mientras tratamos de ver cual es la llave que nos saca de ese cuarto, las luces se vuelven menos nítidas y el aire comienza a escasear, solo podemos desesperar. Todos los caminos van a roma, y todo hule a infierno. Así me siento cada vez que amo con locura y luego pierdo sin siquiera saber porque, sin saber si fue culpa mía o sin saber el porque de la pérdida. Lo que si se es que siempre aprendo de las pérdidas, y cuando sufro una similar ya no sufro en la misma magnitud. Y en todas las que padecí, aprendí a que solo quedan los sueños. Esos que tengo por las noches, por mas lejos que se encuentre, en los que los dos estamos tirado en la cama riéndonos a más no poder, compartiendo todo lo que nos rodea, y somos felices. Esos sueños que quiebran distancias, muertes y amores no correspondidos. Son esos sueños los que me mantienen vivo a pesar del dolor de no sentirte cerca. Por eso, esta noche, voy a soñar contigo, y me sanará las heridas que marcaste en mi alma sin motivos o por lo menos no me los diste. Soñaré, soñaré, soñaré, y de todo me curaré. Sólo eso quiero hoy.
Nombre propio.
Siento que mi cuerpo se encuentra invadido por una rara sensación, que hace varios años no recordaba mi lastimado templo orgánico. Percibo una fuerte presión que abarca gran parte de mis ojos. De allí baja hacia mi laringe, entorpeciendo de manera engorrosa mi habla y canto. Luego se proyecta hacia mí traquea, desplazándose hacia mi tórax (o pecho, como quieran decirlo) donde hace una presión positiva sobre mis pulmones, dificultando mi respiración; y lo peor de todo se siente en el corazón: esa bomba que eyecta sangre hacia nuestro organismo se ve completamente limitada y trata de manera casi imposible mantenerme vivo.
Una lagrima recorre un corto camino del modo más cruel, desde el ángulo interno del ojo, hacia la comisura de mis labios, en ese preciso instante la respiración y los latidos de mi corazón aumentan su frecuencia. Mis cuerdas vocales parecen haber sufrido unas fuertes y monstruosas caricias provenientes de duras lijas, y sangrando trago saliva, creyendo que de esa manera se terminaran estos horribles síntomas, pero no logra agonizarlos.
Las perdidas nos hacen sentir así. Y como no sentirme así, si te perdí. Te perdí y lo peor de todo es no poder ni olvidarte, ni evitar sentirme así. El cielo se torna completamente gris y el aire vira de calmo a turbulento, llenándose de electricidad. Los jardines se secan y sus restos putrefactos emanan hediondos olores que irrumpen el aire, impidiendo que la vida reine en ese triste paisaje que se semeja al de un cementerio indio. Nos encontramos encerrados en un cuarto que tiene una sola puerta con un manojo de dos millones de llaves en al cuarto entero, y mientras tratamos de ver cual es la llave que nos saca de ese cuarto, las luces se vuelven menos nítidas y el aire comienza a escasear, solo podemos desesperar. Todos los caminos van a roma, y todo hule a infierno. Así me siento cada vez que amo con locura y luego pierdo sin siquiera saber porque, sin saber si fue culpa mía o sin saber el porque de la pérdida. Lo que si se es que siempre aprendo de las pérdidas, y cuando sufro una similar ya no sufro en la misma magnitud. Y en todas las que padecí, aprendí a que solo quedan los sueños. Esos que tengo por las noches, por mas lejos que se encuentre, en los que los dos estamos tirado en la cama riéndonos a más no poder, compartiendo todo lo que nos rodea, y somos felices. Esos sueños que quiebran distancias, muertes y amores no correspondidos. Son esos sueños los que me mantienen vivo a pesar del dolor de no sentirte cerca. Por eso, esta noche, voy a soñar contigo, y me sanará las heridas que marcaste en mi alma sin motivos o por lo menos no me los diste. Soñaré, soñaré, soñaré, y de todo me curaré. Sólo eso quiero hoy.
Lito, Adrian y yo
Dedicado a ellos, bueno a Lito nunca lo conocí, pero los otros dos son geniales:
Saltamos el alambrado, y nuestras narices olían el delito pasajero de esa noche. Nos fuimos hacia lo más oscuro de Olivos, y pretendíamos ocultarlo todo, esa sería nuestra primera vez, y trataríamos de no olvidarlo. Lucharíamos contra el olvido que proviene de su esencia, ese olor a cerebro quemado nunca se nos iría de nuestras pieles, a menos que volvamos a repetirlo. Éramos tres adolescentes en busca de nuestras personalidades imperfectas y delirantes, Ezequiel “Lito”, Adrián y yo.
Lito tenia miedo de perder la conciencia y cometer un verdadero crimen, pero Adrián y yo lo calmamos y le dijimos que si esto lo hacíamos juntos, juntos iríamos presos. Una mentira, porque todos sabíamos que sólo uno es responsable de sus actos, pero teníamos miedo de que el cagón de Lito salga a contar todo, y con esa mentirilla los tres estábamos contentos. Fue entonces cuando Lito sacó la bolsita con hierbas mágicas, Adrián un papelillo y yo tendría el arduo trabajo de armar todo, era el crimen perfecto. Todos para uno y uno para todos. Cuando terminé de armar la perfecta escultura saqué un encendedor de mi bolsillo, fue allí que comenzó nuestro fin. El porrito salió de gira, dio varias vueltas entre nosotros, y nosotros dábamos vuelta, nos hacíamos uno. Luego caímos de espaldas contra el pasto húmedo de sentimientos añejados, y miramos las estrellas y ellas nos miraban. Estábamos más mareados que en una calesita, más sonrientes que un niño en Navidad, más dementes que Napoleón. Nos reíamos del cielo, los mosquitos y de nuestras caras. Fue tan rara la sensación que sentimos, que nunca más volvimos a repetir un momento como ese. Porque cada vez que luego fumaríamos, nunca estaríamos los tres, el destino nunca más nos volvió a juntar, a partir de ese día dejaríamos de ser los tres mosqueteros y trataríamos inútilmente de juntarnos, pero nunca lo lograríamos.
No sé si me arrepiento de haber cometido ese crimen, lo que sí me arrepiento es de haberlo hecho con ellos que tanto los quería. Adrián sería el primero en partir. Al parecer la droga lo dejó bastante mal, o quizás fu el amor. A Lito no lo veo desde hace tres años, no se siquiera si esta vivo. Y yo ¿qué puedo decir de mí? Casi nada. No tengo futuro, estoy en una plaza con unos amigos dándole a la merca, todos estamos idos, solo quiero jugar. Presiono el gatillo de la pistola justo en el momento en que mi viejo se está yendo a su trabajo. El escucha el ruido estruendoso, gira su cabeza y me ve tirado enfrente de mi casa, rodeado de gente que no quiero y bañado en sangre. Sus gritos inútiles nunca lograrán despertarme, pero él intenta llevarme urgentemente a la clínica en la que trabaja, pero lo único que obtiene es ensuciar su auto con la sangre de su hijo. Ya partí, no sé a donde, pero lejos.
De todo lo que me arrepiento es de haber sido tan ignorante, y no haber amado lo que me quería. Y sólo nosotros tres sabemos lo que sufrimos, nosotros tres y alguien mas quizás, alguien que nos inmortalice, alguien que haga lo que nosotros tres no pudimos.
Saltamos el alambrado, y nuestras narices olían el delito pasajero de esa noche. Nos fuimos hacia lo más oscuro de Olivos, y pretendíamos ocultarlo todo, esa sería nuestra primera vez, y trataríamos de no olvidarlo. Lucharíamos contra el olvido que proviene de su esencia, ese olor a cerebro quemado nunca se nos iría de nuestras pieles, a menos que volvamos a repetirlo. Éramos tres adolescentes en busca de nuestras personalidades imperfectas y delirantes, Ezequiel “Lito”, Adrián y yo.
Lito tenia miedo de perder la conciencia y cometer un verdadero crimen, pero Adrián y yo lo calmamos y le dijimos que si esto lo hacíamos juntos, juntos iríamos presos. Una mentira, porque todos sabíamos que sólo uno es responsable de sus actos, pero teníamos miedo de que el cagón de Lito salga a contar todo, y con esa mentirilla los tres estábamos contentos. Fue entonces cuando Lito sacó la bolsita con hierbas mágicas, Adrián un papelillo y yo tendría el arduo trabajo de armar todo, era el crimen perfecto. Todos para uno y uno para todos. Cuando terminé de armar la perfecta escultura saqué un encendedor de mi bolsillo, fue allí que comenzó nuestro fin. El porrito salió de gira, dio varias vueltas entre nosotros, y nosotros dábamos vuelta, nos hacíamos uno. Luego caímos de espaldas contra el pasto húmedo de sentimientos añejados, y miramos las estrellas y ellas nos miraban. Estábamos más mareados que en una calesita, más sonrientes que un niño en Navidad, más dementes que Napoleón. Nos reíamos del cielo, los mosquitos y de nuestras caras. Fue tan rara la sensación que sentimos, que nunca más volvimos a repetir un momento como ese. Porque cada vez que luego fumaríamos, nunca estaríamos los tres, el destino nunca más nos volvió a juntar, a partir de ese día dejaríamos de ser los tres mosqueteros y trataríamos inútilmente de juntarnos, pero nunca lo lograríamos.
No sé si me arrepiento de haber cometido ese crimen, lo que sí me arrepiento es de haberlo hecho con ellos que tanto los quería. Adrián sería el primero en partir. Al parecer la droga lo dejó bastante mal, o quizás fu el amor. A Lito no lo veo desde hace tres años, no se siquiera si esta vivo. Y yo ¿qué puedo decir de mí? Casi nada. No tengo futuro, estoy en una plaza con unos amigos dándole a la merca, todos estamos idos, solo quiero jugar. Presiono el gatillo de la pistola justo en el momento en que mi viejo se está yendo a su trabajo. El escucha el ruido estruendoso, gira su cabeza y me ve tirado enfrente de mi casa, rodeado de gente que no quiero y bañado en sangre. Sus gritos inútiles nunca lograrán despertarme, pero él intenta llevarme urgentemente a la clínica en la que trabaja, pero lo único que obtiene es ensuciar su auto con la sangre de su hijo. Ya partí, no sé a donde, pero lejos.
De todo lo que me arrepiento es de haber sido tan ignorante, y no haber amado lo que me quería. Y sólo nosotros tres sabemos lo que sufrimos, nosotros tres y alguien mas quizás, alguien que nos inmortalice, alguien que haga lo que nosotros tres no pudimos.
domingo, 11 de noviembre de 2007
7
De Julio Cortazar para todos ustedes, el mejor capítulo a mi gusto:
7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
sábado, 10 de noviembre de 2007
En busca de la felicidad mutua
Dedicado a S.D que me necesita (creo)
Te quiero, te quiero demasiado, pero no sos lo que busco. Te quiero y no quiero alejarme de vos, no pretendo tenerte lejos, porque te quiero y me hace bien estar junto a vos pero de todas las maneras en las que apuesto a que seas vos lo que ando buscando, no logro ganar en ninguna. Y no se trata de cambiar a las personas, porque si bien no sos lo que yo busco, sí sos lo que otra persona busca. Y si cambias por mi (si lo hicieras, que es un gesto hermoso), no lo aceptaría, porque en ese caso vos no serías feliz, y como yo te quiero, lo que más quiero es que seas feliz, así como sos, pero con otra, por lo menos hasta el momento pienso esto. Eso no significa que yo sea mejor que vos, o vos seas mejor que yo, lo que pasa es que yo no puedo más seguir en este estado intolerante de inestabilidad profunda en el que me encuentro, y no logro ver a futuro una felicidad calma y fresca. No puedo seguir así, me hace mal, y no puedo fingir ni tratar de restar importancia a este sentimiento. Te quiero, te quiero, te quiero, y no quiero que te alejes de mi, hasta siento por momentos que te amo, pero en otros me haces mal, siendo vos misma.
Me duele dejarte, pero en este momento ni vos, ni yo somos felices. Espero el tiempo cure las heridas (si las hay) y podamos pronto seguir nuestros rumbos, tan diferentes pero como el amarillo y el violeta. Despidámonos y subamos al mismo barco, lleno de aventuras en la que los dos estaremos y soñaremos con ver las gaviotas volar en libertad. Que los delfines nos acompañen en nuestro mundo y nos cuiden, y nos cuidemos.
Vayamos de viaje, ambos sabemos que lo que buscamos no somos nosotros, y que no lo vamos a encontrar tirados en la misma cama. Saltemos al vacío si es necesario, porque la felicidad lo vale. El abismo es el paso en el que confiamos en los demás y nos volvemos uno, allí encontraremos la felicidad, no en otros pasos. Caminemos sobre la arena y olvidemos lo que nos paso, no éramos nuestros, pero nunca olvidemos las caricias que marcamos en la piel y el corazón, esos lienzos no admiten borrones.
Solo un ultimo deseo necesito, que los dos, juntos pero separados, seamos felices con quien mas anhelemos. Quiero nunca olvidarte.
Te quiero, te quiero demasiado, pero no sos lo que busco. Te quiero y no quiero alejarme de vos, no pretendo tenerte lejos, porque te quiero y me hace bien estar junto a vos pero de todas las maneras en las que apuesto a que seas vos lo que ando buscando, no logro ganar en ninguna. Y no se trata de cambiar a las personas, porque si bien no sos lo que yo busco, sí sos lo que otra persona busca. Y si cambias por mi (si lo hicieras, que es un gesto hermoso), no lo aceptaría, porque en ese caso vos no serías feliz, y como yo te quiero, lo que más quiero es que seas feliz, así como sos, pero con otra, por lo menos hasta el momento pienso esto. Eso no significa que yo sea mejor que vos, o vos seas mejor que yo, lo que pasa es que yo no puedo más seguir en este estado intolerante de inestabilidad profunda en el que me encuentro, y no logro ver a futuro una felicidad calma y fresca. No puedo seguir así, me hace mal, y no puedo fingir ni tratar de restar importancia a este sentimiento. Te quiero, te quiero, te quiero, y no quiero que te alejes de mi, hasta siento por momentos que te amo, pero en otros me haces mal, siendo vos misma.
Me duele dejarte, pero en este momento ni vos, ni yo somos felices. Espero el tiempo cure las heridas (si las hay) y podamos pronto seguir nuestros rumbos, tan diferentes pero como el amarillo y el violeta. Despidámonos y subamos al mismo barco, lleno de aventuras en la que los dos estaremos y soñaremos con ver las gaviotas volar en libertad. Que los delfines nos acompañen en nuestro mundo y nos cuiden, y nos cuidemos.
Vayamos de viaje, ambos sabemos que lo que buscamos no somos nosotros, y que no lo vamos a encontrar tirados en la misma cama. Saltemos al vacío si es necesario, porque la felicidad lo vale. El abismo es el paso en el que confiamos en los demás y nos volvemos uno, allí encontraremos la felicidad, no en otros pasos. Caminemos sobre la arena y olvidemos lo que nos paso, no éramos nuestros, pero nunca olvidemos las caricias que marcamos en la piel y el corazón, esos lienzos no admiten borrones.
Solo un ultimo deseo necesito, que los dos, juntos pero separados, seamos felices con quien mas anhelemos. Quiero nunca olvidarte.
Me encanta cuando estoy con vos
Me encantas. Me encanta sentir tus suaves y delicados dedos nadando sobre mi piel, hundiéndose en los relieves que mi cuerpo te dedica, dejando mi piel de gallina completamente ansiosa, sólo me gustan tus cosquillas. Y me encanta también ser el esclavo de tus besos y manos, jugar al juego del deseo con nuestros labios y lenguas como fichas, y revolver la pasión con los masajes que ellos dan, brindando un show para los solitarios cuando nuestras suaves mordidas nos transporta al escenario y todos pretenden que sigamos con el acto, al igual que nosotros. Me encanta tener que sacarme y tirar la ropa frente a vos al costado de la cama, e imaginar y planear todo lo que en segundos te voy a hacer, que vos hagas lo mismo frente a mi y ambos nos miremos como niños y riamos ávidamente. Me encanta que hagamos el amor, ese antiguo ritual en el que nos complementamos y nos hacemos uno, la única guerra que deberíamos permitir en el mundo y ninguna persona madura debería estar exenta de ir ni sentirla. Me encanta revolcarme en tu cama o en la mía, y cuando más asquerosamente lo hacemos nos parece más excitante y atrevido, conociéndonos más sobre nuestros gustos. Me encanta tener que ser yo el único que pueda cumplir tus fantasías, se parte de ellas, ser tu rey y tu reo, ser el pirata capaz de leer tu mapa, ser el curandero de tu cuerpo, ser el truco de tu magia y el mago de tus trucos, ser vos por momentos. Me encanta terminar todo con nuestras risas mirando al techo de madera o tapizado con nubes y estrellas, y recostado en la cama mirarte de costado y querer comenzar todo de nuevo o desear que solo me quede vida para repetirlo. Me encanta hablar en desnudes, llegar a tu alma a través de tus ojos y verte feliz, y que si se “corta” la luz no necesitarla ni sentir miedo porque estás a mi lado. Me encanta recorrer la madrugada junto a vos, abrazarte y que me abraces, que apoyes tu perfecta cabeza en mi pecho, que me protejas del frío de la noche con tu tibio cuerpo, y soñar con vos estando a tu lado. Me encanta que lo primero que vea sea tu figura casi perfecta, llena de imperfecciones que me hipnotizan de la forma más seductora, y que en el instante en que despierto pueda besarte nuevamente, como si nunca antes lo hubiera hecho, y que tu voz sea la melodía que me saque de mis sueños. Me encanta tu cuerpo, tu alma, tu personalidad. Me encanta que me encantes. Me encantas.
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